El Espacio es Uno
Transcripción parcial de un diálogo en Alaska/1995.
Interlocutor: Usted sigue diciendo que el espacio es uno y no tengo la más mínima idea a qué se refiere con eso.
Rubén Feldman González: El pensamiento crea el espacio limitado.
El pensamiento americano crea el espacio entre Canadá y México. El pensamiento católico crea el espacio entre el judío y el musulmán, o el espacio entre el protestante y el protestante.
Así es como la humanidad se las ha arreglado para crear un mundo horriblemente dividido, lleno de guerras: alemán contra ruso, capitalista contra comunista, blanco contra negro.
El pensamiento es bastante inventivo, así que continua creando más divisiones cada día, a pesar de las letales o destructivas consecuencias de esas divisiones.
Entre las muchas fallas e incoherencias del pensamiento, esta es quizá la más importante: la habilidad para inventar interminablemente divisiones entre los seres humanos.
Ahora, si usted diariamente y consistentemente intenta el silencio sin palabras de la Percepción Unitaria, escuchando todo sonido, sin palabras, al mismo tiempo que siente el peso de su cuerpo y ve todo lo que puede ser visto, sin esfuerzo o concentración, comenzando ahora mismo, usted eventualmente llegará a un segundo silencio, un profundo silencio del cerebro, compatible con la acción altamente energética.
En este segundo silencio de la Percepción Unitaria se volverá espontáneamente obvio para usted que el espacio es uno, porque usted verá a cada ser humano como tal, sin etiquetas, sin ninguna palabra sobrevaluada anexa a él o ella.
Entonces cuando el espacio es uno, cada hombre es uno con la humanidad, y el tiempo es irrelevante.
En este segundo silencio hay intensa comunión con la creación, en la cual todo está siendo silenciosamente creado, ahora mismo.
Cuando la mente es capaz de ser tan sensible y estar tan profundamente en contacto con la realidad, es sólo porque está en el segundo silencio de la Percepción Unitaria.
Sólo una mente profundamente silenciosa puede verdaderamente ver a una persona o a un árbol, o la lluvia, o el mar, la nube o la estrella.
Cuando la mente está proyectando pensamiento y palabras, sólo puede estar en contacto con ese pensamiento. Y la mente está aislada de otras mentes o de la última realidad de la creación (silencio).
I: (silencio) Puedo sentir intuitivamente que usted dice algo muy importante... pero... eh... no parece que sea capaz de entenderlo completamente.
R.F.G: ¡Correcto! Eso nos pasa a todos nosotros.
Ve, estamos acostumbrados a ir de lo conocido a lo conocido y le llamamos a ese proceso del pensamiento “entender algo”.
Lo que le estoy diciendo ahora es comenzar con el segundo silencio de la Percepción Unitaria, algo que usted no conoce y de ahí, lo desconocido, ir hacia lo desconocido, lo cual es la creación.
¿Cómo podría usted jamás entender tal cosa con más palabras y más pensamiento?
I: Yo necesito experimentar el segundo silencio de la Percepción Unitaria.
R.F.G: ¿Ve usted realmente esa necesidad o es mera dialéctica?
I: Bueno, tengo la sensación de que sin el segundo silencio de la Percepción Unitaria estaré muy aislado en mi propia mente y sólo imaginaré lo que la realidad es, pero jamás estaré en ella.
R.F.G.: Exacto. Pero estar conciente del proceso mediante el cual la mente se atrapa en el pensamiento es el primer silencio de la Percepción Unitaria. Usted queda instantáneamente libre de esa trampa, en el justo momento que escucha todo el sonido sin palabras.
I: Debo comenzar concentrándome en un sonido.
R.F.G.: No, no concentrándose sino escuchando.
La concentración es otro truco mediante el cual el pensamiento excluye una pequeña cosa del resto de la totalidad de las cosas.
Si usted verdaderamente escucha sin palabras, sin nombrar lo que está escuchando, usted sentirá el peso de su cuerpo al mismo tiempo que verá todo lo que puede ser visto en el campo visual, todo al mismo tiempo. Si usted intenta la Percepción Unitaria a diario, usted se está abriendo al segundo silencio de la Percepción Unitaria, que es el fin del aislamiento de la realidad, el fin del aislamiento del espacio, el cual es verdaderamente uno.
I: ¿Puedo hacer eso con una oración?
R.F.G.: ¡Ahí va usted de nuevo! De vuelta a las palabras.
Usted está enamorado de las palabras. Usted puede tener miedo del silencio. Con las palabras usted se puede condicionar a sí mismo o a otros a estar en silencio o a matar.
Con palabras usted puede hipnotizarse a sí mismo o a otros a estar muy silenciosos, inclusive catalépticamente silencioso. Si usted se condiciona, está de nuevo en la trampa. La catatonía puede ser condicionada ya sea por hipnosis o por enfermedad cerebral (esquizofrenia).
Catalepsia o catatonía no es silencio. La trampa es el pensamiento, mediado por las palabras.
I: ¿El segundo silencio puede venir a una mente que esté condicionada para estar en silencio?
R.F.G.: ¡Desearía que fuera tan fácil!
La creación ocurre ahora mismo y ocurre en gran silencio.
El pensamiento no puede crear la creación ni puede estar en contacto con la creación.
El proceso de pensamiento excluye a la mente de la belleza, el silencio, el espacio en el cual la creación está ocurriendo.
I: ¿Pero y qué si lo único que conozco es lenguaje y pensamiento?
R.F.G.: ¿Y qué si lo único que usted es, es lenguaje y pensamiento?
I: ¿Significa que debo de dejar de ser?
R.F.G.: Significa que usted debe dejar de ser meramente pensamiento y lenguaje. Casi implica una forma de muerte psicológica, pero nada de lo cual realmente deba tener miedo. Una vez que ocurre es tan bueno que usted querrá más de eso. Es estar verdaderamente vivo.
Ahora, querer más de eso es nada menos que “ser pensamiento” de nuevo, lo cual es estar vivo a medias, por ponerlo de alguna manera.
I: Ahora, yo sé que algún pensamiento es necesario para funcionar, necesito saber qué hora es, donde estoy, etcétera, pero, ¿hay algún pensamiento que pueda favorecer o facilitar el segundo silencio?
R.F.G.: ¡Oh! ¡Ni siquiera está intentando la Percepción Unitaria! Si usted comienza a vivir en Percepción Unitaria ahora mismo, sin posponerlo, sin esfuerzo, usted verá a los pensamientos vagar.
Sucede simplemente porque quiere enfocarse exclusivamente en uno o dos pensamientos.
Pero si usted no evita ningún pensamiento que emerja a la conciencia, al mismo tiempo que ve y escucha todo lo perceptible... ¿entonces qué?
I: No concentración, no exclusión, no enfoque, nada que lograr, nada que ganar...nada que controlar...
R.F.G.: ¡Nada! Vea cada deseo, cada temor... ¡Y déjelo ir! El miedo y el deseo son sólo combustible para el pensamiento: siempre más de lo mismo.
Si usted comprende que está concentrado en el pensamiento por el miedo y el deseo, entonces no estará concentrándose en ningún pensamiento y no será distraído por ningún pensamiento.
EN PERCEPCIÓN UNITARIA USTED SIMPLEMENTE ESCUCHA EL PENSAMIENTO (CADA PENSAMIENTO) COMO SI FUERA OTRO SONIDO.
Entonces, de pronto, inesperadamente, sin segundos pensamientos, el segundo silencio viene y usted está en contacto con la creación. En la creación no hay personalidad, no hay ego.
Así con pensamientos y palabras no hay segundo silencio pero en el segundo silencio, el reino de la creación, puede haber un buen diálogo o simplemente continuar en silencio.
I: Depende de mi...
R.F.G.: ¡NO! Usted simplemente sigue el flujo de la realidad y la creación. Se deja ser. Deja de buscar.
Afortunadamente o desafortunadamente, nada puede ser dicho sobre la felicidad del segundo silencio en Percepción Unitaria, ya que está muy lejos del pensamiento y las palabras.
I: Así que comienzo por escuchar todo el sonido al mismo tiempo.
R.F.G.: Sí. El primer paso es el último. El segundo silencio le sigue al primero.
Tomado del libro: Más Allá del Silencio.