Paradojas Religiosas
Misión y promisión.
La promesa de Dios, de redimir al hombre en la resurrección para que este retorne a los cielos o "el paraíso" es la promisión (o promesa).
Esto no es posible sin una tarea humana concreta que puede llamarse misión.
La misióndel hombre es la metanoia. Metanoia es una serena transformación total de la observación que le permita trascender inmediatamente el pensamiento y su producto el egoísmo, con sus miedos, rabias y tristezas. Para esa transformación de la observación no se necesita tiempo, ni cinco minutos ni cinco años.
La misión del hombre es trascender la paradoja de una promesa que puede o no aceptarse o comprenderse en medio de los más profundos horrores que los seres humanos han diseñado con su egoísmo y sus perspectivas fragmentarias y separatistas.
No hay promisión sin misión ni hay misión sin transformación total (metanoia). Esta transformación comienza con la Percepción Unitaria que es la transformación íntima de la naturaleza del acto de ir observando todo lo observable, al mismo tiempo, ya mismo.
Esto va más allá de observarse y de observar, de obedecer, seguir o comandar. Es una sutil transformación que va ocurriendo en silencio y por amor al silencio.
En esa transformación uno no sabe a donde va, como lo afirmó Juan dos mil anos atrás en el Capítulo 3 de su Evangelio y nos dice además en su primera carta que "lo que seremos aun no ha sido revelado" ya que nuestra limitada mente no puede imaginar tanta energía y tanta alegría.
Toda la creación está siendo creada a cada instante nuevamente como lo sugiere el Apocalipsis de Juan (Capítulo 21:4 y 5) y los nuevos descubrimientos en Física de David Bohm con su concepto de holokinesis (Londres 1980 "Wholensess & The Implicate Order" ‑ Kegan Paul).
El fin del mundono será una catástrofe sino la transfiguración crítica de la materia en una forma diferente de materia y energía. "La noche no existirá más" nos dice el discípulo amado de Jesús (Juan).
El génesis se consumará en aquel momento para aquella forma particular de expresión del Espíritu Santo o (Energía Total) que denominamos "Materia". El génesis se consumará cuando los cielos y la tierra sean UNO.
Todo esto es la promesa. Estar listo para ella es nuestra misión.
Lo que fue y lo que es
¿Cómo se expresa el Espíritu hoy mismo, ya mismo?
¿Qué relación tiene lo que está ocurriendo con la enseñanza de esa energía completa, llamada Espíritu Santo?
A esto se le llama "teología política" o "Hermenéutica del Espíritu Santo".
Esta "hermenéutica" o entendimiento profundo es más importante que "hacer cosas" sin entender que está pasando. De este entendimiento quizá pueda surgir algo nuevo, es decir "hacer algo bien".
Nos dicen que pensar y que hacer y hasta cómo hacerlo. No faltan los "porque" de todo lo que nos dicen que hagamos, pero en este qué hacer vemos que hemos perdido la relación entre la enseñanza trascendental y los hechos como son.
La Biblia sería una "totalidad hermenéutica" es decir que se entiende del todo y bien o se entiende en partes y mal.
La lectura de la enseñanza trascendental intenta despertar el Cristo interno que es al principio una sutil capacidad de discriminar entre el alimento y las heces, entre la unidad y la fragmentación, entre lo que conduce a la armonía y lo que trae la separación.
Pablo dice en (1.Corintios 12:10) que "se despierte la habilidad de diferenciar lo que viene del Espíritu Santo y lo que no".
Esto es lo que la hermenéutica describe en griego con las palabras "diakrisis pneumaton" o "discriminación espiritual".
Esta "diakrisis" no puede existir sin una transformación básica en nuestra manera de observar. Se trata de observar con todo el cerebro, y no en partes.
En otras palabras se trata de observar con los cinco sentidos, ya mismo, todo lo que está ocurriendo en este preciso instante "dentro‑fuera" de uno mismo.
Así se despierta la sensibilidad que es el alerta pacífico y que es el fundamento de cada buena acción. La buena acción es lo que es y no lo que fue.
Esta transformación de la percepción en los hechos, ya mismo es la única base no distorsionada de una exégesis de la enseñanza trascendental.
La Biblia no es una cafetería donde uno busca lo que desea, lo que cree necesitar. La Biblia nos enseña a desear y necesitar solamente el Espíritu Santo, que es la completa energía que se mueve en todo, ya mismo.
Dejar de ser (dejar el egoismo): Metanoia
El reino de Dios predicado por Jesús fue descripto como el final de la condición humana. Se trata de tomar otro cuerpo que no es el carnal para entrar a ese reino de naturaleza espiritual. Ese otro cuerpo fue descripto por Pablo en su primera carta a los Corintios (7:15) como "Cuerpo de Resurrección".
El reino de Dios se describe en El Nuevo Testamento como dejar de ser lo que somos. Para dejar de ser lo que somos completamente, es necesario dejar la condición humana y todo comienza dejando que el egoísmo, con su rabia, su miedo, su tristeza, se vaya manifestando y se vaya quemando en Percepción Unitaria, en silenciosa contemplación.
En el Nuevo Testamento leemos sobre El Reino de Dios:
1) El tiempo de los que erran el blanco habrá pasado,
2) el sufrimiento desaparecerá,
3) no habrá más tristeza,
4) no existirá la muerte,
5) los muertos se elevaran (a otra dimensión),
6) el que se empequeñece se engrandecerá,
7) los humildes serán señores,
8) los oprimidos serán libres,
9) se les devolverá la gloria a los seres humanos,
10) los dispersos transformados serán reunidos,
11) allí toda el hambre y la sed serán saciados y el gozoso reír de la libertad no cesará.
Estas son citas de los párrafos siguientes:
1) Mateo 19:28 y Lucas 17:26
2) Mateo 11:5
3) Marcos 2:19
4) Lucas 20:36
5) Lucas 11:5
6) Mateo 18:4
7) Mateo 5:5
8) Lucas 4:18
9) Marcos 12:25
10) Lucas 13:27
11) Lucas 6:21
Metanoia (más alla del pensamiento conocido)
Metanoia no es sólo volver a tener tristeza por los errores ya cometidos. Es más que eso. Es ir más allá de todo lo conocido.
Es ir al silencio que nuestra mente nunca ha sentido, un inmenso silencio de tranquilidad donde todo está ocurriendo y que se siente como una gran paz.
Esto es sin duda una transformación, o una "conversión" o una "revolución" aunque no tenga esa calidad de violencia que uno relaciona con la palabra "revolución".
El capítulo 3 del Evangelio de Juan, relaciona la metanoia con nada menos que "un nuevo nacimiento, pero no de abajo, sino de arriba".
Es algo urgentemente necesario, pero no violento.
"Si no cambian su mente y su acción todos perecerán" (Lucas 13:3:5) "se cerrarán las puertas del cielo y ya no podrán entrar" (Lucas 13:25).
"Están demasiado ocupados para aceptar la invitación a la boda" (Lucas 14:16:24) "Los ricos tienen mas dificultades para la conversión" (Marcos 10:25) y (Mateo 23:24) "La puerta para la metanoia es estrecha" o "La puerta es estrecha para entrar al reino de los cielos" (Lucas 13:24).
"No hay tiempo para mirar atrás ni para familiares desinteresados en el reino" (Lucas 9:61) y (Mateo 8:21).
La metanoia ha sido comparada con el gozo de: 1) la música y la danza 2) el retorno a la casa paterna después de larga ausencia, 3) encontrar dinero que se había perdido. (Lucas, Capitulo 15)
El que lo ha vivido, como el que escribe, sabe que toda comparación resulta pequeña frente al hecho más importante de la existencia humana.
Liberación
La idea de una liberación total de toda condición es tan vieja como la humanidad y vuelve a emerger en la cultura cada vez que demasiado poder se concentra en algún lugar.
Una gran concentración de poder ocurrió con el Imperio Romano del Cesar Tiberio en el año 15 de nuestra Era.
Hoy el poder se concentra en Washington y Moscú, y vemos que la idea de liberación vuelve a estar de moda.
La liberación arquetípica es la de Jesús en la Resurrección, es decir, Jesús consumado o completamente transformado en Cristo.
Dios redime a la humanidad cuando nace en la forma humana de Jesús y se consuma este hecho en la muerte y resurrección de Jesús.
Al nacer Jesús, Dios se hace hombre para que al morir Jesús el hombre se haga Dios.
P a r a d o j a s.‑ Aparentes contradicciones. (Lucas 2:34)
La redención ocurre tanto en el nacimiento como en la muerte; esta es la paradoja del nacimiento y la muerte.
La libertad que se consuma con Jesús hecho Cristo, tiene su figura o contrapartida en la liberación de los seres humanos que viven ansiando el poder hasta que el poder los ahoga y comienzan a ansiar la liberación de ese mismo poder; esta es la paradoja del poder y la liberación.
El Señor (Dominis) que domina y tiene todo poder es el que nos libera, si podemos entregar nuestra voluntad a la suya de acuerdo a la promesa Bíblica.
La paradoja es que el que domina (Dominis) nos salva (nos libera).
Integridad y fragmentación
"El Espíritu Santo" es una expresión que puede traducirse como "El soplo de vida completo" o "La energía completa" (energía de Dios o Cristo hecha manifiesta entre seres humanos).
Cuando esa energía "se expresa" en un ser humano como Jesús tenemos al "Ecce homo", el ser humano consumado (con el egoísmo "consumido"). Institucionalmente puede tomar también formas fragmentarias como las iglesias que generalmente encuentran grandes dificultades para transmitir tanta y tan sutil energía y terminan por hacerlo solo temporariamente y en forma incompleta. No son los cristianos los buenos y los sinceros. Son los buenos y los sinceros los verdaderos cristianos.
A veces se manifiesta en gurús o maestros espirituales serios y honestos, de los cuales no parece quedar ninguno, lo cual no es excusa para alejarse de esa Energía Total y aun existe la oportunidad, quizá mas que nunca, que se exprese por completo en cada uno de nosotros mismos si somos capaces de cumplir las condiciones básicas de integridad moral, sinceridad, seriedad, paciencia y constancia.
Entonces esa energía se manifiesta en forma de amor, esperanza y la convicción de su existencia en nosotros mismos, que es la fe. Esto puede ocurrir ya mismo, lo cual ya se enseñaba entre los primeros cristianos con el nombre de "Paráclito". Esto debe ser algo viviente en los seres humanos y entre los seres humanos y no meramente una excusa para acorralarse en creencias, instituciones, maestros y enseñanzas dogmáticas o ideologías rígidas que fragmentan la Energía Total y reducen las posibilidades no imaginables del ser humano.
Las dos imágenes de Cristo
Cristo es el último liberador de la humanidad, pero no último en el tiempo, sino porque ofrece la libertad primera y ultima: La Resurrección.
Primera imagen: Viajando por Latinoamérica uno ve a Cristo crucificado y sangrando como proyección de la impotencia de la mayoría de la gente de un pueblo (el latindioamericano) que permanece en la opresión y se debate en la pobreza extrema, en condiciones indignas para el ser humano:
Esta gente carece de casa adecuada, cuidados médicos, educación, no solo educación de lo trascendente, sino de la mas básica instrucción del ABC y de que dos más dos son cuatro. Los niños están desnutridos, mueren de diarrea o pierden durante sus primeros años lo mejor de su potencia intelectual, aquello que puede hacerles entender su situación, su condición y la manera de trascender su condición: la misión de la Metanoia.
Metanoia es el funcionamiento total del cerebro, no solo con el intelecto y el conocimiento (noia) sino también con una observación completa con los cinco sentidos alertas al mismo tiempo y sin esfuerzo. Metanoia es la paz en estado de alerta o la atención total pacifica.
Esta paz alerta o atención pacifica es la misión que permite que la promesa de Dios se vuelva realidad: de que el ser humano es solo la semilla del árbol de la vida y este árbol no puede siquiera ser imaginado.
Por eso imaginar a Cristo crucificado es limitar y reducir la realidad de Cristo.
El liberador es el Cristo que no conocemos, cuyo cuerpo constituimos y que aun no existe. El cuerpo de Cristo se está formando en cada uno de nosotros si estamos en metanoia, es decir en pacifica atención total.
Segunda imagen; Esta pacifica atención nos muestra la imagen elitista de Cristo.
De acuerdo al elitista... la ciencia, la economía y la tecnología deben progresar para que lo que sobre, en la abundancia imaginada, llegue hasta los oprimidos como "rebalsando", digamos.
Entonces Cristo tiene el corazón en la mano y un aura sobre su cabeza.
Algunos le substituyen el aura por una corona de oro y luego gritan viva Perón, viva Pinochet, viva Franco o viva Hitler.
Pero Cristo no hablaba de progreso sino de liberación, comenzando por la liberación de cada individuo de los corrales económicos como la pobreza y la riqueza que determinan el subdesarrollo espiritual de ricos y de pobres, Cristo intentaba la liberación de los corrales políticos como el poder del Cesar diciendo "a Cesar lo que es de Cesar..." y de los corrales sociales (como las naciones y las clases, diciendo Jesús frases como esta "no habrá ni griego, ni romano, ni judío ni esclavo ni señor").
La independencia de todos los corrales de Noia (lo conocido) no traerá necesariamente progreso ni mayor legalismo.
La independencia a la luz de metanoia, (el alerta pacifico) traerá una sociedad planetaria y fraternal con menos leyes y mas amistad, con menos secretos y sospechas y más intercambio a todo nivel. La independencia y la libertad de la cual nos habla Cristo es salir del silencio de los oprimidos los perseguidos y los desaparecidos a una fiesta de silencio de comunión desde el cual se puede reír y gritar y bailar de alegría sana y verdadera.
Antes fue la materia se haga una con el cuerpo de Cristo (lo cual es la promisión) Cristo debe compenetrar a la materia (lo cual es la misión).
La solución esta en el problema. Por ejemplo: observar mi tristeza totalmente y en paz, ya mismo, es el fin de la tristeza, si no excluyo al ambiente de esa observación. Esa solución no necesita tiempo, ya que existe en el mero acto de ir observando. Esa solución esta potencialmente ahora mismo, no en cinco minutos o en cinco anos.
Mi transformación puede ocurrir ya mismo.
El fin de mi tristeza, mi rabia y mi miedo puede ya haber comenzado.
Tomado del libro: Psicología Cristiana.